Cuando hablamos de salud digestiva, nos referimos al buen funcionamiento del sistema digestivo que incluye a todos los órganos que están involucrados en la digestión y absorción de alimentos. Cada día toma más relevancia este tema, ya que múltiples estudios demuestran que para tener una buena salud general, es clave la salud de nuestro sistema digestivo.
Es crucial tener un sistema digestivo saludable para:
Mantenernos sanos nutricionalmente con una absorción adecuada de los nutrientes que ingerimos Mantener la energía y la vitalidad Mantener nuestro sistema inmunológico fortalecido
Por esto hoy quiero compartirte los consejos más importantes para que logres tener una buena salud digestiva:
1- Evita consumir alimentos procesados ya que contienen componentes que van a inflamar tu intestino y por ende a alterar el adecuado funcionamiento. Elige siempre lo natural, lo que tiene pocos ingredientes y el más mínimo procesamiento.
2- Consume fibra. Esta la consigues de manera natural en los alimentos como vegetales y frutas, siempre teniendo precaución en elegir bien las que tengan menor contenido de fructosa para que no alteren el metabolismo de la glucosa e insulina.
3- Mantén una buena hidratación. Esto ayuda a que el bolo de alimentos que se va formando con la digestión, avance adecuadamente por el intestino, lo que se conoce como tránsito intestinal. Este tránsito puede tornarse más lento si no te hidratas bien.
4- ¡Muévete! Está demostrado que el sedentarismo y no hacer ejercicio vuelven más lento el tránsito intestinal.
5- Cuida tu microbiota o flora intestinal. Esta puede verse alterada cuando comemos en lugares no confiables donde no sabemos en qué condiciones preparan los alimentos y así nos contagiamos de microorganismos que afectan la flora bacteriana con la que convivimos de manera amistosa y es básica para el funcionamiento de tu intestino. ¡Siempre es mejor cocinar en casa!
La medicina funcional juega un papel crucial en la salud digestiva, ya que se enfoca en abordar las causas subyacentes de los problemas digestivos en lugar de solo tratar los síntomas. Este enfoque integrativo considera diversos factores como la dieta, el estrés, el ejercicio, la exposición a toxinas y la genética para comprender cómo afectan la salud digestiva. Por ejemplo, la medicina funcional puede identificar intolerancias alimentarias, deficiencias nutricionales o desequilibrios en la microbiota intestinal mediante pruebas específicas.
Al implementar un plan de tratamiento personalizado basado en estos hallazgos, se pueden corregir los desequilibrios, mejorar la absorción de nutrientes y restaurar la función óptima del sistema digestivo. Esto no solo alivia los síntomas digestivos, sino que también mejora la salud general, la energía y la función del sistema inmunológico. La medicina funcional, por lo tanto, es una herramienta poderosa para promover una salud digestiva integral y duradera.
